¿Qué ha pasado con la tan presumida
objetividad de los medios de
comunicación? Hay quien dice que la objetividad no existe y, hasta cierto punto, puede ser cierto, pero al menos se podría intentar acercarse un poco más. Los medios de hoy en día ya ni siquiera se preocupan de parecerlo, parece que ya no hace falta ni guardar las apariencias.
Escuchas las noticias en la COPE y luego en la SER y, a veces, no se sabe si vivimos en el mismo país. No sigo mucho la prensa política y las noticias en televisión, pero supongo que será parecido, o quizá traten de disimular un poco más, no lo sé.
Lo de las “noticias” deportivas, también raya a veces lo esperpéntico. Aquí si que no se disimulan lo más mínimo los colores de cada medio, aunque no sé si son los colores o el dinero que les viene al vender más periódicos. Ves un partido por la tele y luego lees ciertos periódicos, o sus las páginas web, y te sigues preguntando si se habla del mismo partido.
Los periodistas deberían saber distinguir entre mera opinión e información; incluso al dar una opinión pienso que se debería ser más moderado, al menos de cara al público. Algunos periodistas deportivos parecen sacados de los grupos ultras radicales. Se hartan de vender el juego limpio, pero ellos son los primeros que fomentan la violencia, dada la naturaleza de sus opiniones. ¿Vale todo con tal de vender más periódicos? Creo que esto no debería ser así. Se puede llamar la atención de otras formas, sin fomentar el odio, tergiversar la información o manipular los hechos.
No nos conformemos solo con elegir un medio afín a nuestra forma de pensar, pues esto es como ponerse una venda en los ojos. Seamos lo suficientemente
críticos como para formar nuestras propias
conclusiones, escuchando aquí y allá. Si dejamos que nos lo den todo hecho terminaremos por acostumbrar a nuestra cabeza a esa papilla fácil.